El Hip-Hop nunca fue solo música. Desde sus primeras pulsaciones en el Bronx hasta las esquinas más lejanas del mundo, este movimiento ha sido un archivo vivo. Un testimonio colectivo de resistencia, creación y comunidad. Pero, ¿qué pasa cuando el archivo se expande? ¿Cuando las historias que usualmente se bailan o se rapean toman nuevas formas, como las páginas de un libro o los fotogramas de un documental?
La respuesta la tiene Brita la Matriarca, Bgirl chilena que entiende el Hip-Hop no solo como un estilo de vida, sino como un lenguaje capaz de traducir lo inmaterial en algo tangible, algo que pueda ser leído y visto. Su obra Ser Bgirl —primero libro, luego documental— no es solo una contribución, sino un acto de preservación cultural en un mundo que a menudo olvida los matices. Piensa en esto: cada libro es una coreografía, cada documental una rima visual. “Ser Bgirl. Filosofía del Hip-Hop” es eso, un intento de atrapar el movimiento en palabras, de narrar lo inefable de ser parte de una cultura que no se limita a una sola forma de expresión. Brita nos lleva más allá del clásico estereotipo de la B-Girl para adentrarnos en un universo donde ancestralidad, feminismo y ciclicidad se convierten en principios de vida.
¿Qué significa, entonces, publicar un libro sobre Hip-Hop escrito por una mujer en Abya Yala, donde las voces femeninas han tenido que abrirse camino a pulso? Significa construir un espacio donde las historias se cuenten desde una perspectiva que trasciende lo individual para conectar con algo más grande: una filosofía colectiva.
Podcast con Brita La Matriarca

Un documental que dialoga
Pero el archivo no se detiene ahí. Brita lleva su historia al formato visual con el documental Ser Bgirl, un trabajo que no solo refleja su visión, sino la de una comunidad diversa que participó en los “Cyphers de Conocimiento”, encuentros realizados en seis ciudades de Chile. Estos círculos, más que espacios de discusión, son actos de resistencia cultural donde se redefine lo que significa pertenecer al Hip Hop. El documental no es solo una extensión del libro; es un complemento esencial que enriquece el discurso. Con elementos como la inclusión de la lengua de señas y la creación de un diccionario de la Kultura Hip-Hop, la obra trasciende barreras lingüísticas y físicas, recordándonos que el Hip-Hop es para todos, siempre y cuando respetemos su esencia.
Sin embargo, “Ser Bgirl” se posiciona en un lugar de honor dentro del archivo vivo del Hip Hop por los reconocimientos internacionales que ha recibido. Desde su selección como finalista en el Hip Hop Cine Fest de Roma hasta proyecciones fuera, este trabajo demuestra que el Hip Hop es una lengua franca que trasciende fronteras. Cada proyección, cada lectura de su libro, es una prueba de que las historias locales tienen el poder de resonar en el escenario global.
Los libros y documentales no son solo objetos, son puertas. Puertas que abren diálogos, que preservan, que enseñan. Ser Bgirl, en sus dos formatos, nos invita a entrar, a explorar y a reflexionar. No como espectadores pasivos, sino como participantes activos en una cultura que se rehúsa a ser encasillada.Entonces, la pregunta no es solo cuánto aporta un libro acompañado de un documental a la cultura Hip Hop. La pregunta es cuánto estamos dispuestos a aprender de ellos, cuánto podemos devolver a la cultura que, como Brita nos demuestra, sigue viva, en movimiento y, sobre todo, contando historias.
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