Cultura Hip Hop

Las batallas y la muerte del Freestyle

En la década pasada las batallas de rap freestyle llegaron a un alto nivel de consumo pero hoy, por distintas razones, vive un bajón de números significativo que se habla de "la muerte del freestyle". Pero si la esencia del freestyle que originó todo, sigue profundamente viva en el Hip Hop cuando sus elementos se expresan libres de números y jueces ¿Se puede decir que la caída de las batallas de rap matan el freestyle de nuestra cultura?

Las batallas, competiciones y enfrentamientos son parte del Hip Hop, desde el inicio, incluso cuando ocurría la transcición de pandilleros a elementos Hip Hop, las batallas estuvieron ahí. Eso puedes verlo y oírlo directamente de los protagonistas de esa etapa en el documental Rubble Kings. El espíritu de deportividad estuvo en el Breakin y en los raps de batalla desde el momento en que tenía que existir un ganador. Es decir, los elementos desarrollaron un sano espíritu de competencia en las expresiones artísticas que el Hip Hop tiene. Nadie puede decir que las batallas no son Hip Hop. Sin embargo, algo que nació en el Hip Hop y seguirá en el Hip Hop, tiene un lado que debemos mirar con detenimiento porque hoy parece desprendido del Hip Hop, o al menos está colgando de un hilo a punto de caer para ser independiente frente a miles de Hiphoppas que miramos sin saber que va a suceder cuando se suelte. ¿Sobrevivirá a eso? Intentaremos dar una mirada.

Cuando los Deejays gobernaban la escena Hip Hop de los inicios, todos querían ser el mejor y competían para que sus fiestas tengan más público.

Batalla entre Deejays

En el mundo de las disciplinas artísticas y deportivas, el término “freestyle” se ha arraigado para describir la expresión libre y la improvisación en diversas actividades. Por ejemplo el freestyle en la BMX destaca acrobacias y trucos mientras que en la natación, el freestyle swimming permite a los nadadores elegir su técnica de forma libre. En el freestyle football se exhiben habilidades y trucos con el balón. El “freestyle” se ha convertido en un término universal que abarca desde el asfalto de las pistas de skate hasta los escenarios improvisados de la música y el arte. La improvisación, ese acto espontáneo de creatividad, deja su impronta en diversas disciplinas artísticas. En el teatro, la improvisación da vida a escenas sin guiones predefinidos. En el arte visual, libera a los artistas para seguir la corriente de la inspiración en el lienzo. Desde la escritura libre en literatura hasta el fluir creativo en cada pincelada, la improvisación emerge como un hilo común que teje la magia de la creación instantánea en el vasto tapiz de las artes.

Examinar los significados cambiantes de la palabra freestyle en nuestra cultura Hip Hop es una historia de décadas desde la costa este oeste y todos los puntos intermedios en Estados Unidos. Anteriormente ya hemos hablado del origen del rap freestyle y sabemos que al principio no significaba improvisar sino más bien era algo como escribir/hacer un rap sin un tema en concreto. El término rap freestyle se convirtió a lo que es hoy cuando el grupo Freestyle Fellowship lo empezó a utilizar cuando improvisaba rimas. Sin embargo eso sucedió en los 90s y la primera batalla de rap freestyle fue en 1985 ¿Cómo es posible eso? Sucede que las primeras batallas de bboys, bgirls y emcees fueron en las calles pero existe una entre los emcees Kool Moe Dee y Busy Bee que se considera la primera porque enfrentó al rap de fiesta contra el rap lírico haciendo el switch de una era a otra. Otro momento importante fue cuando Roxanne Shanté participó en la batalla por la supremacía y le robaron el campeonato en nombre del Hip Hop.

SIMILITUDES

El baile y el rap en nuestra cultura tienen sus propias características, además tener muchas diferencias pero comparten similitudes al hablar de freestyle.

Improvisación: Tanto en el baile como en el rap, la improvisación es fundamental. Los artistas en ambos casos crean en el momento, respondiendo a la música y al ambiente.

Creatividad Personal: Ambas formas de freestyle permiten a los artistas mostrar su creatividad personal. Ya sea a través de movimientos de baile únicos o rimas ingeniosas, se valora la expresión individual.

Batallas y Competencias: Tanto los bailarines como Emcees participan en batallas y competiciones de freestyle. Estas situaciones proporcionan un espacio para demostrar habilidades, ingenio y la capacidad de adaptarse rápidamente.

Conexión con la Música: En ambas expresiones, existe una conexión profunda con la música. Los bailarines se mueven en sincronía con el ritmo, y los Emcees ajustan sus rimas según la música que escuchan. Involucrar aquí a un Deejay que sepa leer el contexto es crucial para desencadenar algo espectacular.

Cultura Hip Hop: Ambas formas de freestyle están arraigadas en la cultura hip-hop y comparten un trasfondo cultural común. La cultura hip-hop promueve la autenticidad, la autoexpresión y la participación activa en la creación artística.

Aunque se manifiestan de manera diferente, estas similitudes subrayan la esencia común de la improvisación, la creatividad y la conexión con la cultura Hip Hop en el freestyle, ya sea en el baile o en el rap, incluso en el Deejayin.

LA MUERTE DEL FREESTYLE

Por otro lado, existe una situación que si compete al Hip Hop y empieza a generar dudas entre los mismos Hip Hoperos. La magnitud del alcance de las batallas de rap freestyle han creado públicos que en la década pasada no existían y que no necesariamente tienen interés en ser parte del Hip Hop. Este público ha llegado al freestyle por eventos, videos, cyphers, todos hip hop productos, y su interés en nuestra cultura no es obligatorio ni un requisito. Eso no es motivo de discusión pero si sucede algo relevante. El enamoramiento hacia el producto por parte del público que consume, ha convertido al freestyle en una aparente competencia directa del mismo rap Hip Hop, que es de dónde viene. Pero ¿Qué culpa tiene el público de estar desinformado?

De igual manera, el Breakin tiene una problemática parecida y que a raíz de las próximas Olimpiadas de París 2024. Hemos hablado de eso con distintos exponentes de diferentes países. Y no es que todos los raperos deban ser Hip Hop, pero no se puede evitar pensar que en el pasado todo él que decía amar el rap o el freestyle apreciaba por encima al Hip Hop a diferencia de hoy. Hemos disfrutado de las batallas desde el 2006 en las calles cuando eran realmente mínimas. Por eso, apreciamos la improvisación y merece un artículo independiente para comentar todo lo positivo que ofrece que va desde las oportunidades que ahora muchos tienen hasta el enorme público que han creado.

En las artes en general se improvisa mucho y el Hip Hop no es la excepción, siendo “freestyle” el término utilizado para referirnos a la improvisación libre y espontánea que se expresa de varias maneras. Todos los elementos de nuestra cultura freestalean, no es algo exclusivo del emcee cuando improvisa rimas. En el pasado se han utilizado expresiones como “off the top of the head” y “off the dome” para señalar un rap improvisado. Como hiphoppas, oir la palabra “freestyle” y pensar solo en rap improvisado es algo corto como oír “Hip Hop” y pensar sólo en música.

En la década pasada las batallas de rap freestyle llegaron a un alto nivel de consumo pero hoy, por distintas razones, vive un bajón de números tan singnificativo que se habla de “la muerte del freestyle”. Pero si la esencia del freestyle que originó todo, sigue profundamente viva en el Hip Hop cuando sus elementos se expresan libre de números y jueces ¿Se puede decir que la caída de las batallas de rap matan el freestyle de nuestra cultura? Lo cierto es que no, haciendo evidente que se habla de distintas cosas que parecen distantes. La forma en que el Hip Hop ha llegado a distintos rincones donde se rapea o se baila sin un entendimiento del Hip Hop, señala que la cultura se extendió sin un adecuado nivel de conocimiento compartido. Esta problemática no busca culpables por lo mismo que tampoco es nueva pero importante de mencionar a la hora de que querer entender que sucede.

Así como darle el valor adecuado al conocimiento no es purismo, alterar conceptos sin intentos de conocer sus verdaderos significados u orígenes no es evolución tampoco. El Hip Hop permite crear para avanzar siempre que no se pise la esencia que permite crecer.

Hoy, al igual que en el rap, hay batallas que promueven Hip Hop y las que no, pero aún así, generalizar no parece sensato porqure funcionan directa e indirectamente. Aunque nacieron con el Hip Hop, su desarrollo se ha dado a partir de un trabajo conjunto entre hiphoppas y público general. Si las batallas de hoy promueven o no Hip Hop, quizás depende más de quién las hace y su objetivo que de la forma como presenta el evento y competición.

Enfrentamiento entre un emcee y un freestyler

Si las batallas no hubieran elevado su lado deportivo ¿Hubieran crecido tanto? ¿Sin la esencia del freestyle Hip Hop existirían?

La independencia y comercialización de las batallas permitió una expansión no necesariamente negativa. Muchos conocimos esta cultura a través de películas comerciales de los ochentas, otros por el rap noventero, incluso hay quienes llegamos por el reggaeton en los dos miles. Hoy hemos llegado de las batallas y competencias. Quizás la disociación entre batallas y Hip Hop no sería tan sensible si la búsqueda fuera encontrar un equilibrio entre comercio y cultura pero en un contexto donde el conocimiento no recibe valor, el conflicto parece inexcusable.

Al abrirse un camino deportivo en el rap y el breakin, han surgido distintas iniciativas a fin de mantener vínculos genuinos con el Hip Hop, pero esos desenlaces vendrán de las intenciones que se tengan durante el 2024 a partir del panorama actual en el que el lado deportivo tiene millones de seguidores presionando por ver al atleta y no al hiphoppa. Veremos si como comunidad Hip Hop estamos en capacidad de preservar el destino del barco que el Hip Hop construyó o simplemente debemos dejarlo libre.

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